¿Que hacer 4 días en Roma?
¡Hola hola viajeros! Como cada año, en GallegosViajeros, aprovechamos las vacaciones de Semana Santa para realizar un pequeño viaje, de unos 4 o 5 días, por alguna ciudad de Europa y, este año, no iba a ser una excepción. En esta ocasión, decidimos visitar la capital de uno de los países con más visitantes del mundo, y uno de los que más nos gusta, Italia.
Este país posee más de la mitad de las obras de arte más importante del mundo. Además, gracias a esta increíble nación, podemos disfrutar de la pasta, la pizza o de artistas como Rafael, Leonardo Da Vinci, o Miguel Ángel.
Hoy os dejamos una pequeña guía para que podáis conocer, de la mejor manera posible, Roma, cuna del imperio Romano y capital de ester hermosísimo país.
Día 1
Nuestro viaje comenzó en el aeropuerto de Santiago de Compostela, en el que embarcamos en un primer avión, de la compañía Iberia, con destino a Madrid. Después de un hora de espera, en la capital de España, pudimos embarcar en un segundo avión, de la misma compañía, con destino a Fiumicino.
Existen varias opciones para trasladarse desde el aeropuerto de Fiumicino hasta el centro de Roma. La más económica que podéis encontrar, con un precio por persona de 8 euros, es el autobús. El viaje tiene una duración de unos 40 minutos. Otra de las opciones de las que disponéis, y la que nosotros elegimos, es coger el tren «Leonardo Express». Su precio es de 14 euros y tarda unos 30 minutos en llegar a la estación más importante de la ciudad, Termini. También podréis tomar un taxi por un precio fijo de unos 48 euros, o como alternativa podréis utilizar aplicaciones como Uber para realizar vuestro traslado.
Llegamos a Termini y nos dirigimos directamente a nuestro hotel. En esta ocasión, decidimos probar el Crosti Hotel & Residence. Se trata de un hotel, del tipo Bed&Breakfast, que se encuentra situado en un antiguo bloque de pisos, completamente reformados, en las inmediaciones de la estación. El precio de este alojamiento, tratándose de Roma, estuvo muy bien, de unos 70€ por noche.
Después de hacer el check-in, y de descansar toda la noche en el hotel, por la mañana, dimos comienzo al itinerario que teníamos planeado y nos dirigimos a nuestro primer destino, la ciudad del Vaticano. Para ello, cogimos la linea de metro A en Termini hasta la parada de Ottaviano, y nos dirigimos andando hasta la puerta de los museos Vaticanos. El ticket de acceso lo compramos vía Internet, para evitarnos las largas colas de acceso, que pueden ser de hasta tres horas. El precio de la entrada es de unos 17€ y deberéis canjear la reserva en las taquillas de los museos, accediendo por la fila para grupos y reservas online.
Pese a la gran cantidad visitantes con la que nos encontramos, en los museos, pudimos disfrutar de una enorme y hermosa colección de arte que, los Papas, fueron adquiriendo a lo largo de los siglos. Estos museos fueron creados, por el Papa Julio II, en el siglo XVI y en ellos podréis encontrar una de las colecciones de arte más importantes del mundo, en la que encontraréis pinturas, esculturas o una enorme colección de arte sacro… Durante nuestra visita, pudimos recorrer un gran número de estancias pertenecientes a galerías, capillas o palacios Papales, los cuales, albergan es su interior la gran mayoría de las obras. En nuestro caso, dedicamos un total de 3 horas a recorrer por completo los museos y conocer todos su secretos.
La visita a estos museos la finalizamos en la espectacular Capilla Sixtina. Famosa por el increíble fresco del Juicio Final y por el hermosisimo techo, realizado por Miguel Angel, que relata escenas del antiguo testamento. En este lugar, no esta permitido tomar fotografías ni grabar vídeos, pero si en el resto de los museos.
Una vez fuera de los museos nos dirigimos hacia la Plaza de San Pedro. Esta plaza fue diseñada por Bernini y, si la observáis desde arriba, veréis que tiene la forma de una cerradura. Esto se debe a que, uno de los símbolos de San Pedro, son las llaves que simbolizan las «llaves del reino de los cielos». En el centro de la plaza encontrareis un majestuoso obelisco y dos fuentes de gran belleza. Además, los domingos a las 12, desde este lugar, podréis ver al Papa en el tradicional Angelus.
Después de contemplar durante varios minutos la plaza, decidimos acceder a la basílica de San Pedro. La entrada es totalmente gratuita pero, se deben pasar varios controles de seguridad. Debido a esto, las colas suelen ser bastante largas por lo que os recomendamos visitarla muy temprano. Ya en su interior, dedicamos más de una hora a recorrerla por completo, ya que, se trata de la iglesia católica más grande del mundo.
Dentro de la basílica disfrutamos de las innumerables obras de arte que esconde, sobre las que destaca la Piedad de Miguel Angel. En su interior, os recomendamos visitar la tumba de San Pedro (gratuita) y, si queréis obtener una vista diferente de la ciudad, la visita a la cúpula que se puede contratar por 6 euros en el interior de la propia basílica.
Una vez finalizada la visita, decidimos reponer fuerzas comiendo una pizza al corte, sabrosísima, en un local muy cercano llamado Pizza Zizza.
Ya por la tarde nos dirigimos caminando desde la Plaza de San Pedro hasta el Castillo de Sant’Angelo. Este monumento también es conocido como el mausoleo de Adriano, ya que, ese era el uso inicial por el que fue diseñado. Con el paso de los años se le fue dando varios usos como cárcel o fortaleza Papal entre otros y, debido a esto, el Castillo fue modificando su estructura hasta llegar a la forma final que presenta actualmente. El precio de la entrada es de 7,5€. La visita es muy recomendable especialmente por las maravillosas vistas que se obtienen desde su tejado. Además, en sus inmediaciones, podréis disfrutar del puente de Sant’Angelo uno de los puentes más hermosos y más fotografiados por los viajeros e instagramers.
Una vez realizada la visita al castillo, decidimos dar un pequeño paseo por el precioso parque de Villa Borghese, pasando antes por la Piazza del Popolo. La Villa Borghese es un gran parque que incluye diferentes estilos, desde un jardín a la italiana a grandes áreas con edificios de estilo inglés, fuentes y estanques. Debido a su gran extensión, más de 80 hectáreas, decidimos alquilar bicicletas para recorrerlo. Otro gran atractivo de este lugar es que, en el, se encuentra situada la Galería Borghese. Os recomendamos la visita ya que, en su interior, podréis disfrutar de obras tan importantes como las esculturas David o el Apolo y Daphne de Bernini.
Para finalizar nuestro primer día en Roma, pusimos rumbo hacía la Plaza de España. Aquí, decidimos cenar y disfrutar de la gran hermosura y ambiente de este lugar antes de coger el metro de vuelta hasta nuestro hotel.
Día 2
Para nuestro segundo día teníamos reservadas la entradas para poder visitar el Coliseo el Foro Romano y el Palatino así que, después de un buen desayuno, salimos del hotel rumbo al Coliseo. Os recomendamos que compréis las entradas por adelantado, ya que, las filas de acceso a las taquillas suelen ser muy largas. La visita a este monumento se pude realizar de forma independiente pero, si queréis visitar los subterráneos o la arena deberéis reservar una visita guiada desde la página oficial del Coliseo. En esta ocasión, no realizamos la visita guiada, sin embargo, es muy interesante y vale mucho la pena para todos aquellos que lo visitáis por primera vez.
Después de recorrer el Coliseo por completo, durante un poco más de una hora, decidimos seguir con nuestro itinerario. Desde aquí nos dirigimos al Foro Romano y al monte Palatino. Para acceder a el es válida la misma entrada que utilizáis para entrar en el Coliseo.
El Foro Romano era el centro político, religioso y comercial de la Roma antigua. Actualmente, en el podemos contemplar los restos de los templos, arcos y construcciones que antaño formaban este lugar. Se trata de una parada obligada para todos aquellos que decidís visitar esta hermosa ciudad. Además, en sus inmediaciones se encuentra el monte Palatino, el lugar en el que, según la leyenda, se fundó Roma.
Una vez visitados estos monumentos decidimos coger pizza al corte y comer en el Circo Máximo. En la antigüedad, en este lugar se encontraba el mayor circo de la antigua civilización romana, con un total de 621 metros de longitud y 118 metros de anchura. Sus gradas podían acomodar a unos 300.000 espectadores, y en el se realizaban las famosas carreras ce caballos. Actualmente, en el se encuentra situado un parque ya que el material con el que estaba construido (mármol) fue utilizado, en gran parte, para la construcción del Vaticano.
Tras descansar y saborear nuestra pizza, nos dirigimos a la iglesia de Santa Maria in Cosmedín para visitar la tapa de alcantarilla más famosa del mundo, la Boca della Veritá. Después de cumplir con el ritual de introducir la mano en su boca, sacar la fotografía y visitar la iglesia fuimos caminando hacia la Piazza Venezia para visitar el Monumento a Victor Manuel II y contemplar el Palazzo Venecia, lugar en el que Mussolini instaló su sede central y actual sede del museo nacional.
Para finalizar el día, decidimos dar un paseo y cenar en una de las zonas con mejor ambiente de la ciudad, Trastévere. La vida en el barrio se centra especialmente entorno a la Piazza di Santa María in Trastévere. Os recomendamos que os perdáis por las calles de este barrio y contempléis todos sus secretos y encantos como sus tiendas o iglesias.
Para cenar, y finalizar el día, decidimos visitar el Tonnarello, un restaurante situado a escasos metros de la Piazza de Santa María in Trastévere. La verdad es que el local nos encantó, cuenta con una comida sabrosísima y una atención muy agradable. La verdad es que si os encontráis por la zona os lo recomendamos.
Día 3
Comenzamos nuestro tercer día con una visita a la impresionante Fontana di Trevi. Decidimos visitarla antes de desayunar para evitar las aglomeraciones de gente que se suelen formar en torno a ella y, poder así, disfrutar de este increíble lugar y realizar el famoso ritual de tirar la moneda.
De aquí nos dirigimos a tomar un café en una de las cafeterías más famosas de la ciudad, la Tazza d’Oro, ya que se encuentra muy cerca de nuestra próxima parada, el Panteón. El Panteón, es un antiguo templo romano reconvertido en una iglesia. Admirar su impresionante domo, uno de los más grandes y famosos del mundo, es todo un privilegio. Se trata de uno de los monumentos que más nos impresionó en nuestra visita a Roma y la entrada, al tratarse de una iglesia, es totalmente gratuita.
Una vez visitado el Panteón nos dirigimos andando hasta el famoso mercado de Campo dei Fiori. La verdad es que nos decepcionó un poco. Es un mercado tradicional con productos típicos italianos pero nada distinto de lo que se puede encontrar en otras ciudades. Además, se encuentra muy enfocado a los turistas perdiendo así parte de su esencia.
Tras recorrer el mercado decidimos comer en la famosa Piazza Navona, una de las más hermosas de la ciudad. En esta plaza se encuentra el centro de la vida social, cultural y turística de la ciudad. Además de su belleza arquitectónica, la plaza tiene una gran importancia histórica, ya que, en la antigüedad, aquí se levantaba un estadio para competiciones deportivas y combates de gladiadores. Os recomendamos que dediquéis tiempo disfrutar del maravilloso ambiente que se respira en este lugar, antes de continuar con vuestra visita a la ciudad.
Después de comer, visitamos una de las zonas más curiosas de la ciudad, el Largo di Torre Argentina. Este lugar es un paraíso para los amantes de los gatos. Entre los restos de los templos y del Teatro de Pompeyo, habita una colonia de gatos cuidada por una asociación de amentes de estos animales. Este lugar también es conocido como el santuario de los gatos.
Para finalizar nuestro tercer día en Roma, decidimos dar un paseo por una de las calles más comerciales de la ciudad, la vía del Corso. Esta calle, de 1,6 kilómetros de longitud, une la Piazza Venezia con la Piazza del Popolo y en ella se encuentran algunas de las cadenas comerciales más famosas del mundo como Zara, Nike o Disney entre otros. Además, aquí se encuentra situada la famosa galería Alberto Sordi. Para los que os gusten las marcas más exclusivas, en las inmediaciones de la vía del Corso, se encuentra la via dei Condotti. Esta calle alberga las tiendas de moda más exclusivas de la ciudad como Louis Vuitton, Tiffany & CO, Bulgari o Gucci.
Día 4
Comenzamos nuestro último día en Roma con una visita a las Termas de Caracalla. Estos antiguos baños públicos fueron construidos entre los años 212 y 217 d.C. bajo el gobierno del emperador de Caracalla. Recorrer sus impresionantes ruinas e imaginar como serian años atrás es una experiencia que vale mucho la pena. El precio de la entrada es de unos 6€.
Después de visitar las termas, nos dirigimos dando un pequeño paso a una de las iglesias más importantes de Roma, la Archibasílica de San Juan de Letrán. La Basílica de San Juan de Letrán ha tenido un importante papel en la historia. Hasta el año 1870, todos los Pontífices fueron investidos en ella. A día de hoy, la iglesia no ha perdido la importancia que la caracterizaba en el pasado. El Papa, como obispo de Roma, continúa celebrando en su interior los oficios de Jueves Santo. Además, enfrente a ella podréis visitar la «Escalera Santa» por la que Jesucristo subió para ser juzgado en Viernes Santo. Fue llevada desde el palacio de Poncio Pilato en el año 326.
Tras visitar San Juan de Letrán, cogimos el metro en la estación de San Giovanni hasta Termini para acercarnos a visitar la basílica de Santa María la Mayor.
Después de comer, y antes de abandonar Roma rumbo al aeropuerto de Fiumicino, visitamos la plaza del Campidoglio y los museos capitolinos. Estos museos son famosos por albergar en su colección la famosa estatua de la loba amamantando a Rómulo y Remo. El precio de acceso a los museos es de 16€.
Con esta visita cerramos nuestras pequeñas vacaciones por la ciudad eterna enamorados de su gran belleza arquitectónica, cultural y gastronómica.